Ya tenemos una idea, de lo que puede lograr en el cine este
director de culto. En lo que concierne a mi persona, como espectador de las
pocas obras que le he visto: logra moverme muchas cosas y dejarme azorado
durante algunas semanas.
Crazy Clown Time no es una película, ni mucho menos intenta
emular las atmosferas que impregnan las cintas, que este realizador (cada día
más famoso) ha presentado.
En cambio, sí
se aprecia la diferencia de matices, lo
que Lynch quiere: es tomar la música como un nuevo vehículo y trasladarnos a
otros entornos, sin saturar las escenas, ni espolear la atención de lo que se
escucha; todo esto llevando una línea minimalista, con momentos muy cautivadores.
No hay lugar para explicaciones sencillas con este disco,
creo que nunca las ha habido cuando está involucrado David Lynch.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario