Andrew no se equivoca en su propuesta, por lo menos, es lo
que he captado en los pocos discos que le he escuchado; aunque, hay momentos
dentro de cada uno de ellos, que me lleva a considerar que se extiende mucho, o
intenta abarcar demasiado.
Break it yourself a medida que se va distinguiendo desde Desperation
breeds? se presenta como uno de los mejores repertorios del Sr.
Bird: la manera en que se decanta Danse Caribe, el perfil semi-alegre y semi-turbio
de Give it away, y qué decir de la magistral Eyeoneye (una de las favoritas del
2012), incluso en Lazy projector ya se siente un carácter más explosivo por
parte de este compositor.
En este caso ya no hay tanta elaboración de ir instrumento por instrumento (actividad que no ha dejado
de fascinarme), hay más estructura de conjunto y algo que intuyo es: que este músico
quiere ser más flexible en esa tendencia.
Es posible que este LP se haya construido a base de 2
sesiones; ya que tiene un cambio de ánimo muy marcado a partir de Lusitana (donde
aparece Annie Clark); Orpheo looks back ya no me toma por sorpresa (me parece);
Sifters libera al nostálgico violinista de los primeros años, Fatal shore se sigue
desvaneciendo el aura bullicioso de la primera media hora, se contempla un tono
más sosegado; en Hole in the ocean floor
me gusta el escenario escabroso, pero, más me hubiera gustado que esta fuera la
canción final, porque Belles ya no viene muy bien después de los violines que
acabas de escuchar.
Un álbum sobresaliente en su mayoría, bien pudo ser de los
mejores 5 del 2012, una gran lástima que le hayan cargado demasiado a la hora
de meter canciones, porque Andrew Bird ya está en esa cúspide creativa y en
cualquier momento nos ejecuta esa obra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario