Es difícil abordar el sonido que describe a los Doves, es bastante calmado, refulgente y helado.
Esta “última transmisión” es uno de esos pocos que provocan una primera impresión muy grata; más tarde, al escucharlo en subsiguientes ocasiones despierta nuevas sensaciones y se mantiene ese sonido incomparable, muchos han tratado de obtener, gloria del reflejo de melodías como Words, There goes the fear, Where we’re calling from o un Caught in the river, pero el más imitado (nunca igualado) se llama: Pounding.
Un álbum más optimista que su debut (Lost souls); sin embargo, tan frío y majestuoso como un castillo de hielo; o mejor aún, como una aurora boreal.
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