Corona Capital 2011 - Una hermosa destrucción de expectativas(ParteII)

¿En que estaba?

Ah sí, mientras terminaba el turno de Mogwai, una chica me  despertaba y me decía:

¡¡Ya van a acabar!!

A lo que yo respondía con una expresión más o menos de:

¿Y?

Pero para entonces ya estaba repuesto, me sentía con la pila recargada a 3 barras, suficiente para el resto del festival.

6:00 Cansei De Ser Sexy.

Justo cuando apagaron las bocinas del escenario Capital, la brasileñas aparecieron rápidamente en el stage Light iniciando con Music is my hot sex, estallando en entusiasmo y dejando claro a lo que venían (ventaja sobre los otros debutantes en nuestra tierra); la chica Lovefoxxx solo dijo "no vamos a hablar mucho, porque no tenemos mucho tiempo", demostrándolo con 10 piezas de mucho ritmo (detalle penoso: a la gordibuena Lovefoxxx se le ocurrió aventarse al publico en la zona donde había más chicas y dramaticamente se hundió).

6:40 Coheed & Cambria - Editors

Terminando CSS me fui tranquilamente a checar a los metaleros-progresivos-buena onda y es que estaban en el Corona; sin embargo, recordé la distancia del Corona al Capital y me dije "si me espero, me quedo a medias con los Editors" y me fui a paso veloz.

7:00 Editors.

El trafico peatonal era de pesadilla (como en el metro en horas pico); me tuve que poner pesado y empezar a esquivar gentes (como en el metro en horas pico); a lo lejos, ya por donde entrabas al escenario Bizco, se escuchaba Bones y tuve que correr, con mi poca fortuna, el lugar ya estaba hasta el gorro. Los de Birmingham ya estaban agarrando calor y por lo menos Tom Smith canto Bullets en otra intensidad con una vocalización más variada (estoy viendo hacia ti Paul Banks); una de mis grandes preocupaciones.

Editors fue la primera gran presentación (Racing Rats estuvo  muy cabrona), mención aparte que los acompaño el anochecer (por razones mamonas personales, no voy a usar el otro sinonimo), lo que le dio más brillo a su concierto (frase No irónica, más bien de cliché). Por mi parte, Editors no llamaba mi atención cuando se anuncio el cartel, ni siquiera me sorprendió en aquel momento; pero gracias al Concert Channel que anduvo rolando una de sus presentaciones en Belfort, me hizo entrar en razón y crear otra expectativa.  

    

7:30 Entre que termina Editors y empieza The Rapture.

Mientras se desarrollaba Sparks me empezó la comezón de... ¡¡Ya esta tocando Rapture!!

Y como a Rapture, ya los había visto en el Manifest 2007 y los Editores estaban rompiéndola; me hice el que "los Británicos me cantaban"; y no fue hasta que dijeron "see you next time" que salí disparado.

Rapture ya estaba en Whoo! Alright, Yeah... Uh Huh; aunque ya había una de personas, incluso había chicas paradas en sillas (de las mesas de stands de comida), rodee la mitad del Bizco club para poder ver a los gringos rítmicos - diske - disco - punketos y tratar de sacar una instantánea.

Fue en aquel momento de House of jealous lovers, que sentía que me sacudían el piso, me sentía extrañamente mareado y desorientado (No, no estoy embarazado); era la onda expansiva de la gente saltando y bailando; y no estaba parado en una tarima, estaba totalmente y fuera de metáforas: con los pies bien puestos en la tierra.

8:00 Ahí viene Portishead.

Después de haber diske bailado un par de canciones funk-punketas, tome la decisión (y al final la mejor) de sacrificar lo que quedaba del setlist para ir a tomar buen lugar al Stage Capital, lo que me dejo a 50 metros del trío de Bristol.

8:30 La noche se hace inolvidable.

Después de acomodarme, de hacerme a la idea que Gibbons podría resentir la altura, o que los pseudofans rompieran el misticismo. Yo estaba preparado, fue a partir de que apareció la P en las pantallas, cuando el festival cambiaría completamente.

Silence destruye el ayuno mexicano, Beth Gibbons demuestra que su voz es lo que siempre hemos anhelado escuchar desde Dummy; lo que a muchos petrifico: fue lo que le siguió a Nylon Smile... los tambores de Mysterons; pero no todo era Gibbons, los scratchs también acometian los oidos de los testigos, la pieza más esperada de Third: The Rip, dejo a muchos boquiabiertos y a más de uno al borde de las lágrimas (fre+); Sour times, Magic doors pasando por Wandering star que me hacia hundirme en nostalgia, con Machine Gun me di cuenta de que ya ibamos a medio recital, terminando los trallazos, Over cargaba cierta tensión y emotividad para ser detonada en el climax llamado Glory Box:

So don't you stop, being a man,
Just take a little look from our side when you can,
Sow a little tenderness,
No matter if you cry.

Give me a reason to love you,
Give me a reason to be,
A woman,
It's all I wanna be is all woman.

Siguio la pieza Chase the tear (la cual escuche por primera vez); Cowboys hace resonar la importancia del segundo LP; con un fenomenal Threads, la voz entrecortada y conmovida de Gibbons agradeciendo la respuesta mexicana, hace el cierre que dejaria a todos con la incertidumbre temporal:

¿Encore?

Afortunadamente Roads fue el pretexto para que regresaran, de hecho ya no importaba con que canción, solo queríamos un poco más de este concierto, que concluyo con We carry on y una Beth G. que se mostró muy agradecida, llegando a bajar del escenario para saludar a la primera fila.

En adelante, para los que estuvieron cerca de Portishead, lo que quedaba de Festival había sido rebasado por lo ya presenciado; salimos del escenario Capital casi como ganado (eramos demasiados a esas alturas), la masa de personas se disolvió llegando a la bifurcación del escenario Bizco club, para cuando salimos de allí,  se oía New York city cops, y realmente la sensación era de ya estoy satisfecho, muchos todavía nos fuimos a acercar y agarrar un poco de los Strokes.

   

10:00 Los Strokes en acción ¡Y que más da!

Al rondar unos 500 metros, la zona Corona ya estaba hasta el copete; algunos que decidieron quedarse en el Stage a esperar a los Strokes desde la participación de Portishead (decisión que franca-madre me importa-mente), sufrieron los mismos desmanes que el año pasado con los Pixies: empujones, olas de golpes, manoseos, patadas voladoras y demás cosas feas (si lo sabré yo); una cosa para agradecerle al Sr. Casablancas, más alla de su show, más alla de lo musical: detuvo temporalmente el toquín para que sacaran a los desmayados y llamo la atención para que alguien mostrara interes por el bienestar de la gente.

Musical, emocional  y mentalmente ya estaba saciado desde Portishead; me acerque solo un poco a la presentación de Strokes para checar You only live once, Reptilia y parte de Is this it (el álbum); aunque, ya estaba de más, y lo dicho: tenías que elegir (lo cuál, siempre conlleva a sacrificar). Por ello al sonar Last nite ya sospechaba que era el inicio del final de su repertorio y por lo tanto, de la jornada y me encamine hacia la salida.

  

Apuntes.

Los sacrificados:

OMD
M83

Los indiferentes:

Moby
Santigold

Los otros:
La nueva campaña de Nextel.
LeBaron.
Bengala.

Toy selecta+38ALLMTY

Los bien librados:

Madame Recamier - Me gusta, me gusta... y su música pos... ¡tambien!

Ruido Rosa - Le echaron ganas, calladitas y a lo que iban.

Torre Blanca - No los escuche, pero me los recomendaron ¿A ver si es cierto ¬ ¬?

Los que debian ser bajados: 

Austin TV - Por su lider mamerto.

Los bajados:

Toy selecta+38Allmty (según me contaron, entre gritos y abucheos: ya no los dejaron terminar).

Conclusión:

El Corona Capital se ha convertido en un monstruo de cartel, consiguiendo presentaciones Legendarias; en esta edición, fue el caso de Editors, Rapture, Strokes y Portishead (este ultimo en unos escalones más arriba). Respaldados por otras bandas que sí pudieron con el paquete de preliminar.
En mi opinion y por lo visto; los Strokes se desconcertaron (¡Literalmente!), con los ex abruptos de sus fans y con toda franqueza, sí se percibio un bajón en la ejecución. De lo que ellos no tuvieron la culpa, en otras palabras: le sigue faltando cultura de comportamiento a la gente.

Portishead quedará grabado, señalado y añorado, como uno de los eventos más grandes que ha presenciado la capital, y baso mi argumento en que el trio de Bristol ha logrado la mayor hazaña que se puede alcanzar en este país:

Dejar callada a su audiencia por un instante, o dicho de otra manera:

Un hermoso momento de Silencio.