En cierto momento de la década de los 00’s, me sentía poderosamente atraído hacia el estilo de los Foo Fighters. En su discografía, puedes encontrar canciones que debes considerar imprescindibles en el rock alternativo de los últimos 20 años; sin embargo, no llegue a considerarlos parte de esa elite de “mis bandas favoritas”.
La figura Dave Grohl, el retorno de Pat Smear (en la composición de este séptimo LP), y la producción de Butch Vig; hacen notar su falta de preocupación con respecto a la crítica (que les había tirado muy duro desde In Your Honor).
Cabe decir, que esta añeja agrupación, ha recuperado soberbiamente: la energía, la originalidad y sobre todo la vitalidad con la que alguna vez nos arrinconaron hacia su sonido.
Es cierto, hay detallitos; pero este Wasting light, tiene momentos tan buenos, que la comparación con lo alcanzado en There is nothing left to lose me coloca de nuevo en ese dilema para reverenciarlos dentro de mi elite.
La figura Dave Grohl, el retorno de Pat Smear (en la composición de este séptimo LP), y la producción de Butch Vig; hacen notar su falta de preocupación con respecto a la crítica (que les había tirado muy duro desde In Your Honor).
Cabe decir, que esta añeja agrupación, ha recuperado soberbiamente: la energía, la originalidad y sobre todo la vitalidad con la que alguna vez nos arrinconaron hacia su sonido.
Es cierto, hay detallitos; pero este Wasting light, tiene momentos tan buenos, que la comparación con lo alcanzado en There is nothing left to lose me coloca de nuevo en ese dilema para reverenciarlos dentro de mi elite.
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