Tan solo al iniciar Tell em, me pude dar cuenta de la pobreza de creatividad, que me iba a entregar este plato aumentado a 30 dB, que puede apantallar a los culpables del hype en que ha caído este dúo, sin propuesta y de mucho eco popular a pesar de su vacío musical.
Infinity guitars es el titulo más honesto que he escuchado: Así es, ese riff y estribillo son infinitos (¡ah claro! El volumen aumenta a los 2 min, por si usted llega a ese momento sin haber pulsado STOP).
Run the heart sigue la misma mecánica (sampleo tras sampleo) y pues… te quedas esperando por algo más hasta el min 2:41 (que es lo que dura).
Alexis Krauss (Rachel, infinity guitars, AB machines) se vuelve el pretexto para que este disco sea vendido como un sonido sensual de electro-rock (¡válgame! hasta donde llega la pretensión de ofrecerlo como rock). Crown on the ground se intenta disfrazar la mediocridad de esta pieza que imita tristemente a M.I.A. (¡Vaya! No creí que sería tan pronto para que alguien lo hiciera). “ah-ah-ahs” hasta la nausea; no es que Alexis desafine, al contrario, se le debería aprovechar para procurar mejores resultados.
Que la mayoría de tus canciones no pasen de los 3 min, no hace a tu álbum más difícil de criticar; sino, más vulnerable ¡Eso sí! Se agradece la consideración por no tener que escucharlo más tiempo. Por cierto, la única rescatable es la homónima (bueno, por lo menos no salieron blanqueados).
Amontonar estilos no te hace vanguardista sino un mediocre muy versátil.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario