Con cierta tendencia al funk, al beat electrónico, desde un cínico (a la vez fantástico) pop, la música explotada en estos 12 tracks, revolotea en momentos muy divertidos como It's not fun until they see you cry, Indivisible, Wreck my flow, Sherlock Holmes; llegando a temas tan experimentales como Race to the bottom (cosas a las que nos hemos acostumbrado desde los discos de John y Yoko).
De lo mejor del año, sin ser un LP perfecto (¿a que se le puede considerar perfecto en estos días?), debido a los constantes riesgos que se toma este grupo, sumándole su tendencia de rock añejo; medio progresivo, algo que se puede apuntar.
Etéreo, dominante, absurdo y explayado.
Etéreo, dominante, absurdo y explayado.
¿Se puede pedir más?
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